Empleados de la cárcel de Nueva York arrestados por fraude en medio de aumento de pagos por lesiones
NYC pagó más de mil millones de dólares en reclamaciones de compensación laboral a empleados del Departamento de Correcciones por los últimos tres años fiscales
Organizaciones de control y defensores legales criticaron por mucho tiempo al personal penitenciario por la violencia física y sexual contra los encarcelados en Rikers Island. Crédito: Ted Shaffrey | AP
Organismos de control de la ciudad de Nueva York dieron la alerta por el aumento acelerado de las reclamaciones por lesiones por parte de trabajadores de la prisión y anunciaron la detención de tres funcionarios penitenciarios acusados de fingir lesiones para cobrar pagos.
La ciudad pagó más de mil millones de dólares en reclamaciones de compensación laboral a empleados del Departamento de Correcciones por los últimos tres años fiscales, de acuerdo con un nuevo informe del Departamento de Investigación. Las demás agencias municipales pagaron cerca de $600 millones de dólares en conjunto en ese mismo período.
“Los gastos de la Ciudad de Nueva York en pagos de Compensación a los Trabajadores han aumentado en cientos de millones de dólares durante la última década, impulsados en gran medida por el aumento de reclamos de los empleados del DOC”, explicó la Comisionada del DOI, Jocelyn Strauber, en un comunicado.
El documento halló que los gastos de compensación laboral en el departamento correccional subieron un 337% desde el año fiscal 2015, de aproximadamente $78 millones a más de $340 millones de dólares en el año fiscal 2024. Otras agencias de la Gran Manzana registraron un aumento de solo 65% en ese tiempo, de aproximadamente $135 millones a $223 millones de dólares.
Por su parte, los fiscales federales de Manhattan acusaron a un oficial penitenciario actual y dos exoficiales de prisiones de la ciudad, Todd Faustin, de 43 años, Jovanny Concepcion, de 33 años, y Steven Murphy, de 31, de fraude a la atención médica, fraude postal y de realizar declaraciones falsas por presuntamente mentir sobre lesiones resultantes de encuentros con reos.
Los documentos judiciales dicen que el trío cobró casi un millón de dólares en reclamaciones falsas por lesiones. Cada uno enfrenta hasta 20 años tras las rejas si son declarados culpables de fraude sanitario o postal.
Aunque el informe del Departamento Investigación no precisó los tipos de lesiones en aumento, los detectives apuntaron a las reclamaciones por “pérdida de uso programada”, que permiten a los empleados recibir indemnizaciones globales por lesiones permanentes parciales mientras siguen trabajando. Muchos de los reclamos tienen que ver con lesiones de tejidos blandos y no requieren ausencia laboral.
El Departamento de Correcciones declaró que la cifra de reclamaciones por lesiones descendió un 21% el año pasado y que estaba revisando las recomendaciones del DOI. Estas incluyen la creación de un nuevo puesto de director de seguridad laboral y la actualización de los protocolos anticuados para la presentación de reclamaciones, informó Gothamist.
“El Departamento Correccional de la Ciudad de Nueva York no tolera la corrupción y trabajaremos en estrecha colaboración con los socios en la aplicación de la ley para erradicar el abuso de la compensación de los trabajadores y garantizar que el fraude se investigue y, si se prueba, se castigue”, manifestó el representante correccional Patrick Gallahue.
Igualmente, el sindicato de la Asociación Benéfica de Oficiales Penitenciarios expresó que el informe resalta el aumento de lesiones sufridas por el personal penitenciario.
“Cuando los agentes resultan heridos durante agresiones o al disolver peleas entre reclusos, muchos sufren fracturas de nariz y órbita, heridas de arma blanca, fracturas y esguinces graves”, declaró el presidente de COBA, Benny Boscio, en un comunicado. “Muchos también sufren nuevas lesiones por reincorporarse al trabajo demasiado pronto”.
Indicó que los tres oficiales arrestados representaban solo una pequeña fracción de la fuerza laboral penitenciaria y que era engañoso incluir sus casos en el informe.
Las detenciones y descubrimientos suceden mientras las cárceles de la ciudad se enfrentan al escrutinio federal.
Organizaciones de control y defensores legales criticaron por mucho tiempo al personal penitenciario por la violencia física y sexual contra los encarcelados en Rikers Island.
La semana pasada, un juez federal otorgó a un supervisor externo la facultad de disciplinar al personal de las cárceles, entre otras facultades. De acuerdo con la descripción del puesto, el nuevo supervisor tiene la tarea de mejorar la confianza con los funcionarios penitenciarios.
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