Alarga la vida de los embutidos: Trucos para conservarlos después de abrirlos
Conserva la humedad y la textura de los embutidos y queso con consejos prácticos
Aprende sencillos trucos para conservar los embutidos y el queso por más tiempo. Crédito: Shutterstock
La conservación de alimentos es clave para disfrutar de la frescura de los embutidos y el queso. Cuando los guardamos de forma adecuada no solo evitamos que se dañen más rápido, sino garantizar la calidad de los alimentos en cuanto al sabor y la textura.
Más allá de envolverlos en papel de aluminio o films, hay unos sencillos trucos, compartidos por Alimente, que se pueden aplicar a la hora de guardarlos, que ayudan conservarlos después de abrirlos.
¿Qué pasa cuando refrigeramos embutidos?
La refrigeración es uno de los métodos de conservación de alimentos más seguros y prácticos; sin embargo, cuando se trata de los embutidos pueden perder humedad, cambios de textura y sabor.
Envolver los embutidos como el jamón, el chorizo o el queso en plástico o aluminio no garantiza la conservación segura de los alimentos, ya que no hay un minimizar el o con el aire.
Sin embargo, hay algunas recomendaciones para mantener la calidad, textura, sabor y evitar que se contaminen con olores de otros productos.
¿Cuál es la forma más segura de conservar los embutidos?
Hay varios trucos que podemos aplicar para preservar la calidad de los embutidos como utilizar recipientes herméticos para almacenarlos para minimizar el o con el aire y mantener la humedad; agregar un poco de grasa del propio embutido colocar papel de horno entre loncha y loncha para evitar que se peguen. También se puede aplicar un poco de grasa del mismo embutido para crear una capa de grasa protectora que prevenga la oxidación.
Mientras que entre las cosas que no debemos hacer están cortar la cantidad que se va a consumir en el momento y no envolver en papel film o papel de aluminio.
Cómo conservar el queso fresco por más tiempo
Para almacenar el queso se recomienda envolverlo en un paño de cocina o con papel encerado. El paño húmedo ayudará a mantenerlo hidratado y en buen estado.
En el caso de los quesos curados o semicurados, se aconseja guardarlos en recipiente hermético con trozo de pan o garbanzos secos para regular la humedad y evitar la proliferación del moho.
Mientras que para los quesos frescos un envase hermético con un poco de agua será suficiente para mantener la frescura.
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