¿Diste mucho y recibiste muy poco?

cuando das porque te nace y no porque debes o tienes que hacerlo, estas destinado a recibir buenos frutos

En una relación de pareja a veces sentimos que dimos demasiado.

En una relación de pareja a veces sentimos que dimos demasiado. Crédito: Shutterstock

¿Alguna vez has dicho esta expresión?: “qué persona tan mal agradecida, le di todo y mira como me paga”. ¡Por supuesto!

A lo mejor te desviviste por ayudar a alguien; le cubriste la espalda, lo consolaste y hasta le prestaste dinero pero cuando tú lo necesitaste, olvidó todos tus sacrificios y te volteó la espalda. O quizás entregaste tu amor y recibiste un desengaño.

Si te preguntas: “¿Cómo es posible que dí tanto y recibí tan poco?” ¡No te preocupes! Cuando das de corazón, o sea, cuando das porque te nace y no porque debes o tienes que hacerlo, estas destinado a recibir buenos frutos. Quizás no vengan directamente de la persona a quien le diste, pero en algún aspecto de tu vida se manifestará la recompensa.

La energía del universo se mueve en un flujo constante de dar y recibir. Cuando das con buenas intenciones esa bondad regresa a ti. El verdadero intercambio no es entre la otra persona y tú, sino entre el universo y tú. Hay una ley espiritual que explica esta verdad: la Ley de Dar, la cual establece que recibes en proporción directa a lo que entregas de corazón.

No te sientas frustrado si no recibiste lo que mereces, tarde a temprano serás recompensado. Y esa persona que tomó ventaja de ti y se aprovecho de tu nobleza, está en deuda con el universo, así que tarde o temprano, seguramente, ¡tendrá que pagar lo que robó!

www.MariaMarin.com

En esta nota

relacionessaludables tipsdepareja
Contenido Patrocinado

Suscríbete al boletín de Noticias

Recibe gratis las noticias más importantes diariamente en tu email

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y Google Política de privacidad y Se aplican las Condiciones de servicio.

¡Muchas gracias!