Sepultan al Tri

FORTALEZA, Brasil.— Neymar sufrió en carne propia la derrota en la final por el oro olímpico y ayer, con una actuación formidable, clasificó a Brasil a las semifinales de la Copa Confederaciones, y de paso se desquitó de México al vencerlo por 2-0 y eliminarlo del torneo al combinarse con el triunfo de Italia sobre Japón.

El “10” de Brasil jugó su mejor partido con la selección, marcó el 1-0, toda una genialidad, le regaló un preciso servicio a Jo para que sellara el marcador en el descuento, y contribuyó de forma decisiva a la mejoría de imagen y juego de su equipo, que está en ascenso.

Por su lado México, desdibujado y bien marcado por el efectivo medio campo local, tampoco pudo sorprender al contragolpe, la que suele ser siempre su mejor arma.

Aunque la ausencia de victorias no parece preocupar al técnico José Manuel de la Torre, quien no siente que su puesto esté en peligro.

“Un resultado no te cambia la percepción de un proyecto. Se viene trabajando desde hace tiempo con bases sólidas y los directivos me han mostrado su apoyo en todos los aspectos”, aseguró el “Chepo” al final del encuentro.

E incluso antes del juego el presidente de la FMF, Justino Compeán, declaró que De la Torre está firme para Brasil 2014.

En un partido en el que apenas se vio a Javier “Chicharito” Hernández, el Tri no pudo generar ninguna sensación de que pudiera empatar.

Brasil, con dos victorias, suma seis puntos y lidera el Grupo A.

En un inicio de partido trepidante, Brasil impuso un ritmo de juego sofocante, acorde con el calor y la humedad extremos de Fortaleza, y colocó a México contra las redes en los primeros 15 minutos.

La selección anfitriona salió henchida de moral con el apoyo incondicional de una afición enardecida que cantó el himno nacional con tal pasión que de seguro erizó la piel de los jugadores.

Neymar, antes del partido declaró que jugaría imbuido del espíritu que se ha extendido por Brasil en los últimos días y que se ha exteriorizado en una oleada de protestas por todo el país.

No defraudó a su promesa el flamante fichaje del Barcelona. Fue el jugador más activo de su equipo y protagonista de las mejores ocasiones, incluido el gol de la victoria.

Su sociedad con Marcelo en la banda izquierda funcionó a la perfección y le permitió desbordar en velocidad y superar la marcación del lateral Carlos Salcido en varias ocasiones a lo largo del partido.

El rédito del trabajo de Neymar llegó, sin embargo, en una jugada por derecha, en un centro de Daniel Alves que desvió con la cabeza “Maza” Rodríguez antes de que la estrella local fulminase la meta rival con una volea con la zurda.

En esos frenéticos minutos iniciales, Alves dispuso de otra gran ocasión, en un centro-disparo que despejó el portero José Corona con una gran estirada cuando parecía que el destino del balón no era otro que la escuadra.

El colegiado inglés Howard Webb también anuló bien, por fuera de juego, un gol de Oscar que podría haber agrandado la ventaja local.

Luego México, con una labor ingente en el centro de la cancha, con la colaboración de la defensa más adelantada, consiguió equilibrar las fuerzas, contener las embestidas brasileñas y arañar sus primeras ocasiones.

El Tri respondía causando inquietud, sobre todo en jugadas por la banda de Giovani dos Santos o de Hiram Mier, pero ningún centro parecía capaz de encontrar la cabeza del “Chicharito” Hernández.

Tras el descanso, México intentó ser más ofensivo pero brindó espacios que permitieron a Neymar crear buenas ocasiones en contraataques en velocidad, como una pared con Hulk que éste erró en el remate, o un tiro cruzado del propio “10” de Brasil.

El cuadro de José Manuel de la Torre se vio perjudicado por los errores en los pases y por la intensa presión que ejerció Brasil en el centro de la cancha, sobre todo a partir de la entrada de Hernanes, un cambio que solidificó la medular de la “canarinha”.

Más allá de un tiro desviado de Salcido, México no creó más peligro en la segunda parte ante un Brasil muy cómodo con un dibujo táctico con el que al final se dedicó más a aguantar que a tratar de hacer el 3-0.

En el descuento, Neymar redondeó su noche colándose en el área pequeña en un alarde de habilidad para servir un pase perfecto a Jo, quien hizo el segundo y definitivo gol.